1- ¿Escape room?, ¿Room escape?, ¿Habitación de escape?… Llámalo como quieras, pero ¡cuéntame qué es!
-Bien, es una actividad que consiste en ser encerrado en una o varias salas tematizadas, según lo que se pretenda simular en el juego donde te encuentres. En ellas deberás de usar tu lógica, ingenio, trabajo en equipo y, en algunas ocasiones, habilidades físicas básicas o incluso tu destreza. Son juegos, en su mayoría, diseñados para jugar entre dos y seis personas, pero los hay que puede jugar una sola persona u otros pensados para grupos grandes, y algunas empresas lo usan para ver los roles que adoptan sus empleados en diferentes situaciones, o ver cómo reaccionan frente al estrés que genera el hecho de tener, por lo general, sesenta minutos para completar el objetivo del juego, que no siempre es escapar de la habitación: hay veces que consiste en rescatar a alguien, encontrar un tesoro… etc.
– Ok, me has convencido. Entonces, voy a un room escape, entro ¿y empiezo a jugar directamente?
-No señor, primero de todo tendrás que acceder a la página web del escape al que quieras ir y, con la ayuda de su calendario y gestor de reservas, ver la hora que más se adapte a tus necesidades y las de tu grupo (probablemente cuadrar horas con tu grupo sea más difícil que salir de la sala de escape). Una vez decididos día y hora, reservas en la web, revisas que no hayas metido la pezuña clicando en día u hora incorrectos y te lo apuntas bien en la agenda.
Es muy importante llegar puntual. Se aconseja llegar diez minutos antes y con las necesidades fisiológicas hechas, pues hay juegos que no disponen de baño hasta que has avanzado una parte del mismo. Piensa que lo normal es que un juego de 60 minutos tenga una sesión cada dos horas, entonces si llegas a las diez menos diez y todo ha ido bien en la sesión anterior, te recibirán a las diez en punto, te repasarán la normativa básica y, de haberla, te remarcan la normativa especifica de esa sala, te ofrecerán ir al baño (si es posible antes del juego) y sobre las diez y cuarto deberías estar jugando. En el peor de los casos, usarás los sesenta minutos y, en según qué juegos, te dejarán cinco minutitos de cortesía para poder finalizar el juego.
– ¡Oiga, que toco el timbre y la puerta se abre sola!
No siempre te recibirá un GM (game master) en la puerta del local. Hay varias opciones, aunque esa sea la más común, poco a poco la tendencia es que nos reciba el personaje que nos ayudará durante el juego (caracterizado y bien metido en el papel), o una voz que os indicará lo que debéis hacer y probablemente os introduzca en la historia/trama del juego mediante un vídeo al que deberás prestar atención, pues suele contener información muy importante para el desarrollo de la partida, incluso a veces, para poder abrir la primera puerta… Imagina que sois tan tarugos que no le prestáis atención al vídeo en el que os dicen el código de acceso para entrar a las oficinas de “la inteligencia rusa” y ¡os quedáis a las puertas de la misión!. CALMA, eso no pasaría, pues vuestro GM se percata de todo mediante cámaras y micrófonos en todas las habitaciones (en los baños no, tranquilo) así que raudo y veloz o bien os repetiría el vídeo u os ayudaría con dicho código.
En cualquier momento que no sepas qué hacer, puedes consultar al GM, que bien sea a través del audio de la sala, por walkie-talkie, mediante algunas pantallas instaladas en la sala de escape, o incluso algún original sistema os ofrecerá una pista o sugerencia para poder progresar. La información relativa al método de contacto os la darán al iniciar la partida.
– ¡Pista, pista, pistaaa!
Hay equipos capaces de salir de escapes sin pistas y los hay incapaces de dar un paso sin que se lo indique el GM. Él siempre intentará que el grupo disfrute la experiencia al máximo y no dejará que se frustre durante mucho tiempo, les lanzará una pequeña pista para que el juego siga su curso si se lo permiten. El GM es uno de los tres pilares más importantes en un escape junto a la ambientación de la sala y los juegos. Lo importante de cada partida es disfrutar, obviamente conseguir salir a tiempo, pero, de verdad, resulta muy satisfactorio cuando partida tras partida te vas entendiendo con tu grupo y directamente ellos, si ven algo que se te da bien a ti, te avisen para que tu hagas eso y ellos puedan seguir por otro frente para que de ese modo el equipo recorte unos segundos o incluso minutos al cronómetro.
– Ok, entonces : reservamos, vamos, nos hacen la charla y una vez dentro, ¿tenemos que salir a toda costa?
¡No señor!. En estos juegos se ha de lograr completar la misión siguiendo los pasos establecidos, no vale llevar un ariete camuflado y al minuto de estar encerrado tirar abajo la puerta. Tampoco vale tener el certificado CCC en manipulación de cerraduras y candados, trampearlos todos en cinco minutos y salir. Debes pensar que estás dentro de una historia y dejar que los hechos vayan sucediendo según los creadores han previsto para así disfrutar la experiencia al máximo.
– Pero… ¿estamos encerrados de verdad?
¡No padre!. Por motivos de seguridad casi todas las salas cuentan con unos “botones del pánico” al lado de la puerta de salida por si hay alguna emergencia (fuego, lesiones o malestar) y, una vez pulsado dicho botón, la puerta se desbloquea. Hay salas en las que directamente, la puerta de entrada no se bloquea y eres libre de abandonar en cualquier momento, sea por necesidad o porque el room escape, en caso de terror por ejemplo, te da mucho miedo.
– Pues no sé por dónde empezar….
En cada grupo hay diferentes etapas y roles de jugador, las primeras veces es habitual que vayáis todos a hacer el escape a lo español, o lo que viene siendo lo mismo, que mientras uno resuelve algo, el resto está en corrillo alrededor, mirando, animando, o haciendo el cuñado diciendo que “eso no es así, es asá”. Ese no es el modo idóneo para jugar correctamente, aunque también tiene su gracia, lo ideal es dividirse en dos o tres grupos y que cada uno vaya investigando por su cuenta en diferentes lados de la habitación e ir comentando todos los símbolos, colores, palabras u objetos que se encuentran y pueden ser útiles. “¡¡¡Armario de IKEA Trogënboft color rosa palo con tres baldas y puerta de cristal!!!” , eso no sería algo a comentar, sin embargo “¡dentro del armario hay unas figuritas con números!” sí que sería útil, porque seguramente repartidas por esa u otra habitación, estarían las figuritas y en función del orden te darían la combinación para abrir un candado o desbloquear algo mediante un teclado numérico.
Comunicaros constantemente y recordad la comunicación es algo bidireccional, no os limitéis a escuchar, comentad lo que vais viendo y si no os es escuchan (que pasará) intentad no enfadaros o comentarlo hasta acabar la partida, porque discutir jugando, aparte de no ser la finalidad del juego, os restará un tiempo muy necesario.
– ¿Y si se acaba el tiempo?
Tranquilos! Si se acaba el tiempo no os cobrarán otra partida. En algunos casos os dejarán terminar con tiempo extra y en otros os abrirán la puerta final e irán a recogeros. Lo habitual es que os expliquen lo que os faltó por resolver, porque es un poco tontería volver a pagar otro día para repetir el escape sabiendo mas o menos donde estarán escondidas las pistas y la mecánica de la mayoría de las pruebas. Eso sí, tened en cuenta que los últimos cinco o diez minutos en una sala de escape os pueden parecer quince reales; en esos momentos se genera una adrenalina y tensión que os hace perder la noción real del tiempo; como si fuerais Goku en la sala del tiempo entrenando para derrotar a Celula!
– Al salir del room escape, ¿nos vamos corriendo?
Una vez finalizado, el GM te solventará dudas, te enseñará algún juego que se te haya pasado por alto y te comentará como lo ha visto él desde las cámaras, pues a veces con la presión y la falta de comunicación, vivirás situaciones muy graciosas y a un buen game master no se le pasará una por alto así que luego te chinchará en tono jocoso… imagina que tienes que hacer una multiplicación básica… nueve por tres, pues por lo que sea, con las prisas sueltas la perla de “veintiséis” y pierdes un par de minutitos probando dicho numero en algún candado o combinándolo con otro para obtener un código, el resto del equipo en una situación normal, estaría haciendo otras labores y se fiaría de tu veintiséis, pero ten claro que cuando se den cuenta todo serán risas y tu no te lo explicarás; ahí es dónde el GM, al salir, te lo recordará y esa y otras anécdotas de la experiencia serán trending topic durante la comida después de la partida, o en el transcurso del resto del día… y a veces semanas. En esos momentos es donde se empieza a crear el grupo y ellos tienen claro que, si hay números, no te dejarán estar solo.
Estas charlas con los GM pueden llegar a ser entretenidas y en ese momento es cuando te hacen la foto final como recuerdo de la experiencia, en la que, en algunos juegos, te disfrazas acorde a la temática de la sala, coges algún objeto representativo de la aventura o simplemente sales haciendo el ganso. Dicha fotografía, posteriormente la suben a sus redes sociales con tu consentimiento, algo que ya forma parte de este mundo y todos los jugadores deseamos tener como recuerdo.
– En definitiva
De todos modos, lo más importante de la experiencia es que os metáis en el papel, os dejéis llevar y sobretodo haced caso al GM porque él es quien os ayudará a vivir una buena experiencia y disfrutar el juego al máximo para así salir eufóricos de la sala y ya estar pensando en la siguiente aventura.
¡Menudo trabajazo! Muchas gracias por el artículo, estamos convencidos de que les servirá a multitud de personas que quieran introducirse en este maravilloso mundo de los Room Escapes.
Un saludo! =)
Att. Raúl
Equipo Esgafistas
Hola Raúl,
Muchas gracias por tu mensaje. Intentamos acercar a la gente que no sabe que es exactamente un room, a este mundo de locos que tan enganchados nos tiene!!! Siempre con un toque de humor e intentando que sea una lectura amena.
De nuevo gracias por tus palabras.
Un saludo,
Att. Guillem